viernes, 7 de abril de 2023

Ajustando la crianza al desarrollo de nuestros hijos

Ajustando la crianza al desarrollo de nuestros hijos


 Muchos padres recordamos con nostalgia cuando nuestros hijos e hijas eran fáciles de cargar y dóciles para enseñar. El recuerdo de tiempos pasados a veces nos hace olvidar el dinamismo que conlleva el crecimiento y desarrollo de los niños. Aparte, a veces es difícil ver todas las ventajas y oportunidades que hay en cada una de las etapas del desarrollo infantil. Quisiéramos llevar a nuestros hijos adolescentes como que fueran niños pequeñitos, lo que lleva a conflictos innecesarios y oportunidades perdidas. 

El Doctor Laurence Steinberg (2017) ofrece algunos consejos para que podamos adaptar nuestra crianza de los hijos en las diferentes etapas del desarrollo. El menciona que de acuerdo al crecimiento y madurez de los niños, sus habilidades, preocupaciones y necesidades van cambiando. Por eso también nuestra forma de criar a los hijos debe ir adaptándose de acuerdo a estos aspectos.


Steinberg menciona que pareciera obvio para todos los padres el que uno deba adaptarse a los niños y niñas. Sin embargo, hay muchos padres que rechazan cambiar su forma de criar a sus hijos y luego se preguntan porqué tienen tanta dificultad en criar a sus hijos utilizando las técnicas que habían probado ser tan efectivas anteriormente. Algunos principios que pueden facilitar las transiciones naturales en el desarrollo de nuestros hijos, que Steinberg menciona, son:

  1. El desarrollo es más que solo volverse más grande o más alto. El desarrollo se da internamente al igual que en el exterior e incluye cambios en cómo un hijo o hija piensa, en los sentimientos que tiene y en la forma que se relaciona con los demás.
  2. Las etapas de desarrollo psicológico infantil son razonablemente predecibles. Esto significa que podemos anticiparnos y prepararnos. Aunque muchos padres aprenden sobre desarrollo en los primeros años de vida, no muchos hacen el mismo esfuerzo en aprender sobre la edad escolar y la adolescencia.
  3. Ni usted como padre ni sus hijos pueden controlar la naturaleza o ritmo de su desarrollo psicológico más de lo que pueden hacerlo con su desarrollo físico. Steinberg menciona que el que un bebé se despierte a media noche o un adolescente insista en debatir todo lo que usted dice, no es porque usted haya hecho algo malo y no significa que el hijo este siendo deliberadamente difícil.
  4. Las mismas fuerzas que están cambiando a su hijo para mejor a medida que crece regularmente contribuyen a los desafíos de crianza asociados a ese periodo. Por ejemplo, el mismo impulso de independencia que su hijo de tres años muestra al no obedecerle también lo está impulsando a ir al baño solo. El mismo crecimiento intelectual que hace que su adolescente de trece años sea curioso e inquisitivo también lo hace discutir a la hora de la cena. 
Eric Erikson, psicólogo germano-estadunidense, habló de ocho etapas de desarrollo que todos los seres humanos pasamos. El entender estas etapas nos puede dar una luz para entender el desarrollo de nuestros hijos, pero más, nos puede ayudar a entender qué parte de los modelos de crianza en nosotros como padres debemos ajustar. 


Steinberg sugiere que algunos padres rechazan la idea de adaptar su modelo de crianza al desarrollo de sus hijos porque lo sienten como una debilidad, como que estuvieran rindiéndose a las demandas del niño.Sin embargo, el desarrollo es un 
inevitable hecho de la vida. Si estamos envueltos en una batalla en la que queremos que nuestros hijos se adapten a nuestros deseos haremos miserable nuestra vida y la de nuestros hijos. Lo mejor es aprender a ser flexibles aunque intencionados. 

Referencias

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Erik Erikson». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/e/erikson.htm [fecha de acceso: 7 de abril de 2023].

Sprouts Español . (2021, March 4). 8 Etapas del Desarrollo de Erik Erikson. YouTube. Retrieved April 7, 2023, from https://www.youtube.com/watch?v=C8TBqpu4T2I&t=170s

Steinberg, L. D. (2005). Adapt Your Parenting to Fit Your Child. In The ten basic principles of good parenting (pp. 65–69). essay, Simon & Schuster Paperbacks.

martes, 4 de abril de 2023

La pirámide de crianza de los hijos

La pirámide de crianza de los hijos



Dos preguntas

Muchos padres utilizan su tiempo en la crianza de sus hijos, o por lo menos, eso se espera. Sin embargo, a veces se hace de forma ineficaz. De acuerdo al Instituto Arbinger, que se especializa en enseñar sobre la crianza de los hijos, al enseñar a nuestros hijos, lo cual es nuestra tarea primordial, debemos pensar en dos preguntas:
  1. Qué hacer cuando las cosas van mal?
  2. Cómo puedo ayudar a que las cosas marchen bien?
 Cuando nos hacemos la primera pregunta, regularmente planteamos las preguntas de esta manera:
  • Qué hacer para que nuestros hijos dejen de pelear?
  • Qué hacer cuando los hijos no vienen a casa a la hora acordada?
  • Qué hacer cuando no hacen la tarea?
  • Qué hacer cuando no ayudan en casa?
Cuando nos enfocamos en la segunda pregunta, regularmente planteamos las situaciones así:
  • Cómo ayudo a mis hijos a amarse el uno al otro?
  •  Cómo enseño a mis hijos a ser responsables?
  • Cómo puedo ayudar a mis hijos a ser excelentes en lo que hacen?
  • Cómo puedo ayudar a mis hijos a que disfruten de las actividades familiares?
Regularmeente nos enfocamos en la primera pregunta. 

Principios y aplicaciones

David A. Bednar, líder Santo de los Ultimos Días, ha hablado sobre principios y aplicaciones (Bednar, 2014). La forma en que podríamos pensar en el contexto de crianza de los hijos, es que un principio es una guía para el ejercicio recto de nuestro albedrío moral. Una aplicación sería la conducta, los pasos, prácticas o procedimientos que realizamos. De acuerdo a Bednar, tendemos a inclinarnos a las aplicaciones como el medio principal para arreglar las cosas. Basta echar un vistazo a todos los artículos que nos sugieren cómo corregir las conductas de nuestros hijos.

David Bednar sigue diciendo que probablemente nos gusta enfocarnos en las aplicaciones (corregir la conducta) porque "nos gusta creer y sentir que tenemos el control, porque tenemos confianza en nuestra propia experiencia y destreza" (Bednar, 2014). Sin embargo, concentrarse solo en la conducta exterior no promueven el cambio interno o el desarrollo del carácter (Packer, 1987).


Entendiendo estos principios de crianza podemos usar el modelo de la pirámide de crianza sugerida por el Instituto Arbinger. 

La pirámide de crianza

La pirámide se basa en cuatro preguntas que todo padre debería hacerse si en realidad desea influenciar a sus hijos a hacer lo correcto y a enfocarse en hacer que las cosas marchen bien en vez de solo estar apagando incendios. 

1. Estoy corrigiendo a mis hijos sin enseñarles?

Algunos principios a considerar:
  • La efectividad de nuestra corrección siempre dependerá de la efectividad de nuestra enseñanza previa.
  • Entre mejor enseñemos a nuestros hijos, menos errores cometerán.
  • Entre más efectiva sea la enseñanza que demos a nuestros hijos, más fácil será corregirlos cuando tengamos que hacerlo.
  • La disciplina será más enseñanza que castigo.
  • En vez de ver a nuestros hijos como irritaciones, o como cargas desleales y malagradecidas que requieren que se les corrija, los veremos más como niños que no han aprendido.




2. Cuál es la calidad de mi relación con mis hijos?

Algunos principios que guían esta parte son:
  • La efectividad de nuestra corrección dependerá de la calidad de nuestra enseñanza, y la calidad de nuestra enseñanza dependerá de la calidad de nuestra relación [con nuestros hijos].
  • Es más probable que nuestros hijos aprendan más de nosotros si les caemos bien.




3. Cuál es la calidad de mi relación con mi pareja?

Ya estamos acercándonos al fundamento de la buena crianza de los hijos:
  • Si la relación entre esposos no es buena, algunos padres pueden castigar a sus hijos severamente, descargando sus frustraciones sobre ellos. Otros padres pueden ser muy permisivos, tratando de probar que alguien los ama o que al menos son los favoritos de sus hijos.
  • Cuando hay conflicto entre parejas, casi siempre los hijos son "usados".
  • "Una esposa feliz con su esposo es mejor para sus hijos que cien libros sobre bienestar infantil."
  • "Lo más importante que puedes hacer por tus hijos es amar a su madre."


4. Cuán pura es mi forma de ser?

  • Nuestra forma de ser está formada de nuestras actitudes y sensibilidades más profundas hacia los demás.
  • Cualquiera  que sea mi conducta exterior "aceptable" de crianza, mis hijos podrán percibir la calidad de mi corazón. Podrán darse cuenta si estoy pensando en ellos en lo que hago, o si estoy pensando en mi mismo y en mi conveniencia o reputación.


Usando la pirámide de crianza efectivamente



Tomemos en consideración los siguientes principios para usar la pirámide eficazmente:
  • Si tratamos de corregir a nuestros hijos cuando los otros elementos de la pirámide no están en su lugar, nuestra corrección siempre será incorrecta.
  • La solución de un problema en una parte de la pirámide yace debajo de esa parte de la pirámide.
  • Cuando haya una necesidad drástica de corregir a un hijo, debemos empezar a trabajar en los tres primeros niveles más bajos, inmediata y simultáneamente.
Cómo se obtiene una forma de ser con un corazón que no esté en guerra sino en paz con uno mismo? Ese es tema de otro blog. 


Referencias

  1. Arbinger Institute (1998). The Parenting Pyramid. The Arbinger Company. 
  2. Bednar, David (2014). Increase in Learning, Capítulo 4. Deseret Book Company. https://www.studocu.com/en-us/document/brigham-young-university/the-eternal-family/doctrines-principles-applications/18870046
  3. Packer, Boyd (1987). Los niños pequeños. Conferencia General Octubre de 1986. https://discursosud.com/2015/04/01/los-ninos-pequenos/




Premios o castigos?

 Premios o castigos? 

Esa pregunta la hacen muchos padres con hijos en edad escolar puesto que los hijos cometen errores, eso si son niños normales como todos. Los padres presuponen que si el niño se porta bien se le debe recompensar y que si se porta mal, es nuetro deber castigarlo. 



Sin embargo, la pregunta en sí ya presenta un problema ya que se infiere que en la educacion de nuestros hijos solo tenemos esas dos opciones. Por eso, a pesar de que muchos educadores y padres saben en su interior que tanto los premios como los castigos no funcionan, igual los siguen usando. 

Los castigos


Al igual que las recompensas, los castigos suelen tener mayores daños que beneficios. Y de esto sí existe amplia literatura al respecto, especialmente sobre el castigo físico, muy común en Latinoamérica. 
Alfie Kohn, autor de catorce libros y de cientos de artículos sobre crianza de los hijos, describe el castigo a los niños como "ocasionarles algo desagradable - o evitarles que sientan algo agradable - con el fin de cambiar su conducta futura. En otras palabras, el castigador los hace sufrir, para darles una lección" (Kohn, 2005). 




Otro experto, el doctor Laurence Steinberg, en su libro "The 10 Basic Principles of Good Parenting" (10 Principios Básicos de Buena Crianza) invita a todo padre o madre que evite la disciplina severa. El hace una analogía muy elocuente al respecto:

"Si tuviera que elegir entre dos medicamentos igual de efectivos, uno que tiene terribles efectos secundarios y otro que no, supongo que usted escogería el que no tiene malos efectos secundarios. Si elige entre dos formas igualmente efectivas de reprimenda, espero que use la misma lógica... De todas las formas de castigo que los padres usan, la que tiene peores efectos secundarios es el castigo físico" (Steinberg, 2005).

 A pesar de ser menos efectivo, el castigo físico deja terribles secuelas en los niños, ya no digamos, las terribles enseñanzas implícitas ("mi papá me ama por eso me pega"). A pesar de haber tanta investigación sobre el castigo físico, Kohn sugiere que "así como es tan repulsivo que algunos hombres les peguen a sus esposas o novias, es discutiblemente aun peor que los adultos le peguen a los hijos [niños indefensos]- de cualquier forma y por cualquier razón" (Kohn, 2005).

Una historia que me impactó sobre el castigo físico, es la que contó Astrid Lingren, autora sueca, sobre la perspectiva de un niño sobre el castigo físico:

“Cuando tenia alrededor de 20 años, conocí a la esposa de un pastor que me contó que cuando era joven y tuvo su primer hijo, ella no creía en pegarle a los niños aunque pegar a los niños con un palo era el castigo normal en esa época. Pero un día cuando su hijo tenía cuatro o cinco años, el hizo algo que ella sentía que merecía que le diera una paliza—la primera de su vida. Y le dijo al hijo que tenía que salir el mismo y buscar un palo con que le pudiera pegar. El niño se fue por bastante tiempo. Cuando regreso, venía llorando. Le dijo a ella “Mamá, no pude encontrar un palo, pero aquí traje una piedra para que me la puedas lanzar. Repentinamente, la madre entendió cómo se sentía la situación desde el punto de vista del niño: "si mi madre me quiere lastimar, entonces no hace diferencia con que lo quiera hacer; igual podría hacerlo con una piedra." La madre tomó al hijo y lo puso en su regazo y ambos lloraron. Luego puso la piedra en un estante para recordarse a si misma: NUNCA USAR VIOLENCIA. Y eso es algo que pienso que todos deberíamos de recordar. Dado que la violencia comienza en la guardería [donde uno cuida a sus hijos] uno puede criar a sus hijos hacia la violencia" (Parenting, Octubre 1992. p. 132)

Debemos recordar que el castigo se puede dar no solo de manera física, sino también de manera emocional.

Las recompensas

En su artículo sobre las recompensas, Kohn reconoce que muchos padres y educadores caen en la trampa de las recompensas y castigos porque logran obediencia inmediata, que sin embargo, se vuelve temporal y perjudiciosa. Kohn cita algunos estudios que han mostrado lo perjudicial que pueden llegar a ser las recompensas. Dice:

"A lo largo de los años, los estudios han encontrado que los programas de modificación del comportamiento son raramente exitosos en producir cambios duraderos en actitudes o incluso, en el comportamiento. Cuando las recompensas paran, la gente generalmente regresa a la manera en que actuaba antes de que el programa empezara. Aún más perturbante, los investigadores han descubierto recientemente que los niños cuyos padres hacen uso frecuente de recompensas tienden a ser menos generosos que sus compañeros" (Fabes et al., 1989; Grusec, 1991; Kohn 1990)

 Otro experto, Hiam Ginott, sugiere que las recompensas son en realidad sobornos que hacemos a nuestros hijos y que, "rara vez inspiran esfuerzos continuos". Agrega que deberíamos cuestionarnos la falacia si/entonces ("si haces esto, entonces te daré esto"). Algunos de los ejemplos que da en su libro "Between Parent and Child" (Entre Padres e Hijos) son:

- Si eres bueno con tu hermano pequeño, entonces te llevaré al cine.

- Si dejas de mojar la cama, entonces te compraré una bicicleta para Navidad. 



Ginott sugiere que al decir "si" ya estamos dudando de la capacidad del niño. "Si te aprendes el poema" significa "No estamos seguros de que puedas." Algo más terrible, este experto declara que algunos niños se portan mal a propósito para que sus padres les paguen por portarse bien. 


En realidad, la ciencia ha demostrado que las recompensas no funcionan en el largo plazo. Otra cosa que todo padre debería tener en cuenta es la motivación. Muchas veces los hijos ya no están pensando en el valor moral de hacer lo correcto sino en el premio que hay detrás de "hacer como que estamos haciendo lo correcto cuando nos miran." 


Existen otras opciones

El primer paso para mejorar nuestra crianza con los hijos es saber que hay otras opciones. No todo es blanco o negro. No se trata de premios o castigos. Alfie Kohn propone lo que llama crianza incondicional. De hecho, ha escrito un libro al respecto (Kohn, 2016). Este artículo es muy corto para describir toda la psicología y filosofía de esta nueva manera de criar a los hijos, pero espero escribir otros artículos donde explicaré de que se trata esta perspectiva basada en el amor. 

Otro aspecto a considerar para cambiar nuestra forma de crianza es reflexionar sobre nuestras motivaciones. Muchas veces la crianza está motivada por el control que se quiere ejercer sobre los hijos para que obedezcan. Pero esto no produce hijos sanos, felices y funcionales. Brigham Young, líder Santo de los Ultimos Días, hizo una observación al respecto de lo que muchos padres deberíamos considerar:

"Al andar por el mundo puedo ver que, en su mayoría, los padres están muy ansiosos de gobernar y controlar a sus hijos. En base a mis observaciones, he visto que hay más padres que son incapaces de controlarse a sí mismos que los que son incapaces de controlar a sus hijos. Si una madre quiere controlar a uno de sus hijos, primero tiene que aprender a controlarse a sí misma y entonces quizás llegue a tener éxito en que ese hijo se someta perfectamente a la voluntad de su madre. Pero si no puede controlarse a sí misma, ¿cómo ha de esperar que su hijo, un niño pequeño aún en cuanto a entendimiento, sea más sabio, más prudente y mejor que una persona de mayor edad y madurez?" (DNSW, 12 de julio, 1870, 2).



Referencias

  1. Kohn, Alfie (1994). El Riesgo de las Recompensas. https://www.alfiekohn.org/teaching/recompensas.htm 
  2. Pippi Power: Entrevista con Astrid Lingren. Parenting. Octubre 1992. p. 132
  3. Steinberg, Laurence (2005). 10 Basic Principles of Good Parenting. Editorial Simon and Schuster.
  4. Kohn, Alfie (2005). Unconditional Parenting: Moving from Rewards and Punishments to Love and Reason. Editorial Atria Books. 
  5. Enseñanza de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young. https://www.churchofjesuschrist.org/study/manual/teachings-brigham-young/chapter-46?lang=spa

Ajustando la crianza al desarrollo de nuestros hijos

Ajustando la crianza al desarrollo de nuestros hijos   Muchos padres recordamos con nostalgia cuando nuestros hijos e hijas eran fáciles de ...